viernes, marzo 30, 2007

300, cenando en el Hades

Año: 2007.
Director: Zack Snyder
Lugar: Estados Unidos.
Duración: 117 minutos.

Hace tiempo que Miller dejó de ser el que era, que empezó a realizar obras más humildes y modestas sin la calidad que mostró en sus primeros años, con obras como Batman: Año Uno, Dark Knight, Born Again y Elektra Asesina, entre otras muchas. Fue justamente cuando empezó con Sin City y se quedó anclado en su colección, realizando unos números mejores que otros. Por desgracia, Miller empezó a demostrar su mediocridad, la misma con la que iba a hundirnos en los años 90, a excepción de algunas obras. Una de ellas, a finales de esa misma década, fue 300, su última novela gráfica decente.
Yo la leí antes que del visionado del film, quedé prendado por la puesta en escena mostrada en las viñetas, su lírica y la manera de representar la guerra. El argumento es sencillo y básico, pero el elegante y efectivo envoltorio suple con creces la lectura. Aunque, al contrario de lo que piensan muchos, yo me niego a considerarlo una obra maestra, creo que no pasa de un cómic notable muy bien presentado. Su mejor baza es que se sale de lo común, por mucho que recupere un formato apaisado que dista de ser original, pero Miller se acomoda tanto a él y lo aprovecha de tal manera que lo hace único.
Cuando me enteré de que iban a hacer una película no me lo podía creer, me vi el making off (que fue lo primero que sacaron por la web) y pensaba que no iban a lograr hacerlo bien. Luego me ví el primer trailer y... Aluciné.
Ahora, tras haber visto la película, queda opinar.

La historia va de la batalla de los 300 espartanos contra el innumerable ejército de los persas liderado por el divino (de la mueeeelte) Jerjes en el desfiladero de las Termópilas. El orgullo espartano impide que Leónidas se postre ante el líder invasor y el Consejo no considera la idea de entrar en guerra, porque creen que perderían irremediablemente en una cruenta batalla. Es por ello que toma la decisión de partir junto a un pequeño ejército de hombres con los que demostrará lo mucho que pueden hacer ellos solos luchando con estrategia y orgullo ante un ejército de miles de soldados, dispuestos a cometer una carnicería.

La verdad es que lo primero que quiero resaltar es que viéndola he sentido exactamente lo mismo que sentí leyendo la obra original y eso ya de por sí me parece un logro tremendo. Es más, es tan impresionante en su épica que logra hacerme saltar del asiento en más de una ocasión y dejarme con la boca abierta ante su esplendorosa fotografía, ambiente y sofisticado diseño. En algunas escenas la translación de cómic a cine queda un tanto irregular (véase el momento en que Leónidas echa al foso al primer emisario de Jerjes) pero en otras supera con creces al cómic (la rendición de Leónidas está muchísimo mejor representada y el lanzamiento de la lanza contra el enemigo es inolvidable), quedando así compensada la exhaustiva adaptación que aquí se ha realizado. Porque, además, cabe destacar que se ha respetado prácticamente todo, solo que con algunos añadidos para ofrecer los diferentes mensajes propios de una película de este estilo. Además, puesto que el cómic se lee de un soplo, era conveniente añadir algo de metraje extra, sobre todo para no aburrir al espectador en las batallas.

Eso supone un problema, porque algunas veces se contradice con el resto o queda bastante mal, como por ejemplo el hecho de que dediquen varios minutos mostrando al hijo de Leónidas, en una escena donde pelea con su padre y en otras en compañía de la madre, creo que sobraba un poco dedicar escenas a esto, especialmente en la despedida, donde en el cómic se mostraba más la falta de emoción humana que podían sentir los espartanos, con una simple y contundente frase de la reina. Se nota demasiado que pretendían coger un poco de Gladiator (esos trigales...).
Sin embargo, en otras ocasiones los añadidos son excepcionales y mejoran el resultado final. Yo me quedo especialmente con los tan criticados momentos donde nos es presentado el Consejo, en el cómic apenas aparece y también la mujer de Leónidas cobra cierta importancia inesperada. Lo cual lo considero todo un acierto, puesto que el tema de la violación y el enfrentamiento al Consejo me parecen geniales, lejos de ser algo más politicamente correcto, creo que enriquece el conjunto y sirve perfectamente de pausa ante tanto despliegue de sangre y mutilaciones (sin censura, oiga) en medio de la cruenta batalla. Ni siquiera me parece que quede de pegote o fuera de lugar, así que celebro este tipo de añadidos.

En cuanto a las batallas, solo puedo decir que son BRUTALES.
El único defecto es que creo que las han hecho hasta más fantásticas que en el cómic (¿ese gigante? ¿aquel tipo de las pinzas de cangrejo? ¿un hombre-cabra en una orgía?), quizá resulte demasiado excesivo, pero al menos sirve para ofrecer algo más de variedad en la película, consiguiendo insuflarle cierto aire inverosímil que si eres capaz de disfrutar, puede gustarte mucho, le da cierto toque distintivo. Es curioso que el director pretendiera deshumanizar tanto a los persas y humanizar más a los espartanos de lo que ya había hecho Miller (que son mucho más bestias en la novela gráfica), pero la verdad es que... no me imagino la película sin los elementos fantásticos y sobrenaturales y lo curioso es que casi los he echado en falta en la relectura de la obra original. Claro que ya que calcan el estilo gráfico de Miller en algunos puntos (ese lobo contra el que se enfrenta Leónidas de niño...), no está de más forzar un poco más la nota para dejar bien claro por donde va la cosa.

Por lo demás, ese barroquismo y esa manera de rodarlo me ha parecido sensacional. Hasta da la impresión de que no abusan de los efectos a lo Matrix, no resultan cargantes siquiera y son capaces de ofrecer hermosísimas escenas que dan ganas de enmarcar en los museos. Esos tonos apagados de ocre, ese rojo sangre de las capas de los espartanos, las siluetas marcadas por el sol de fondo, los contrastes lumínicos casi siempre presentes, la apabullante riqueza de las tropas de Jerjes con su imposible (por altura) pero impresionante presencia. Hasta la variedad de personajes es sorprendente, digna de un videojuego de calidad (sin querer decir esto como algo negativo, al contrario, ya les gustaría a muchas películas tener la creatividad de algunos juegos de videoconsola) y todos sorprenden, hasta los Inmortales. Aunque sobraba cierto rostro descubierto, todo tiene un límite.
Aparte de que algunos momentos son como las sombras chinescas realizadas con figuras de papel que recrean batallas (al estilo el principio de Drácula de Bram Stoker) solo que a todo color y tridimensional, a pesar de que la cámara suele hacer un recorrido horizontal. Para ser una batalla de casi dos horas, se me hizo hasta corta.

Lo dicho, una gran adaptación, una película más que disfrutable y algo digno de ver en los cines. No es aconsejable bajársela y no deja indiferente, salvo quizá el horroroso doblaje. Memorable y prácticamente única (de no ser por Sin City).

lunes, marzo 12, 2007

¿Qué superhéroes te gustan más?

Pues nada, que aquí tenemos otra meme (o cadena de blogs) que me ha pasado mi amigo SuperPJ y la verdad me parece bastante divertida. Claro que no puede ser más adecuada para aquellos que estamos tan acostumbrados de hablar sobre este género, por muy difícil que sea escoger a unos pocos. He aquí mi lista:

1- Daredevil.


A modo de curiosidad, he puesto un video de DD realizado por aficionados.

Ningún personaje me gusta más que el hombre sin miedo. Cierto que es un pupas, que el pobre siempre va de tragedia en tragedia, con sus mujeres siempre acabando a cuatro palmos bajo la tierra y con una galería de villanos recurrentes o ridículos, tiene el dudoso honor de contar con enemigos de la talla del Zancudo, el Bufón y el Toreador, entre muchos otros.
Pero es aquel que como vigilante temible funciona mejor que cualquiera y es el más interesante de todos los supers por su nada tópica vida.
El abogado ciego de la Cocina del Infierno, que sigue las reglas de la justicia legal y las desprecia cuando cree que no funciona como es debido. Un hombre religioso y atormentado que, pase lo que le pase siempre se levanta, siempre tiene una mano amiga ayudándolo y siempre está dispuesto a todo por el bien de muchos. Nunca se rinde y por mucho que tenga uno de los mejores villanos que jamás haya dado Marvel: Kingpin, siempre acaba buscando la manera de salir airoso del asunto. Aparte, ningún superhéroe tiene unas etapas tan redondas y logradas como él, ninguno ha sufrido sus tragedias con esa calidad de desarrollo, teniéndolo todo en contra y cambiando constantemente de status quo. No me cabe ninguna duda cuando digo que es mi favorito, y si su serie regular sigue con esa calidad (Brubaker coge el testigo de Bendis con maestría) seguirá siendo así por muchísimo tiempo.

2- Lobezno.


Wolverine: Last Call, un video hecho por aficionados que, si no te ries, tienes un serio problema. Acojonante el maquillaje del canadiense.

El que te guste este personaje se convierte en una especie de predilección masoquista, es de los más maltratados por las editoriales y los autores, constantemente en manos de una docena de guionistas que tiran de él de un lado a otro sin saber dónde dejarlo exactamente y regresando siempre a lo mismo.
Sin embargo, siempre será mi preferido, ya que desde que lo vi en la serie de televisión de los 90 de X-men, quedé prendado de él cuando yo iba a tercero de primaria y tuve la suerte de "ser él" cuando todos jugábamos a ser los miembros de la Patrulla-X. Por ello, pase lo que pase, siempre acaba siendo de los personajes con los que más disfruto.
Aparte, qué coño, es la leche. Se trata de un viejo que debe rondar los cien años pero no los aparenta por su factor curativo. Es una especie de Clint Eastwood y Han Solo que va a su bola, siempre impredecible y dispuesto a cortar cabezas si es necesario. No se trata de un personaje atípico porque es un anti-héroe a la vieja usanza, pero él inició esa moda cuando Claremont y Byrne profundizaron en él a finales de los 70. Su relación con la japonesa Mariko, con Alpha Flight, con los personajes de la segunda génesis, (especialmente con Ororo y Rondador, por no decir Kitty) su rivalidad con Dientes de Sable, su amor no correspondido (Jean Grey, debiste haberte ido con él hace tiempo), su fuerza y nobleza inquebrantables, esa educación de samurai... No me cabe duda, cuando me preguntan qué mutante es mi preferido lo tengo clarísimo. Qué pena que en Marvel no tengan ni puta idea.

3- Batman.


Iba a poner el famoso video de Dead End, pero este creo que es bastante más descriptivo.

De pequeño siempre me encantaron los personajes tenebrosos, aquellos que tuvieran un aire oscuro y temible, por ello hasta los villanos del tipo Drácula; con elegancia y absoluta maldad (como Mr. Siniestro o incluso el mismísimo Freezer de Dragon Ball) me encandilan desde siempre. Y Batman era eso, solo que siendo un superhéroe.
Lo curioso es que el personaje me fascinó gracias a las películas de Burton, especialmente con Returns, donde verle con Catwoman y un Pingüino que no tenía nada que ver con el de los cómics me resultaba todo un espectáculo. Luego, con la serie de Bruce Timm no tuve más remedio que caer rendido a sus pies, es el tipo de superhéroe que tiene muchísimo juego. No obstante, tiene una de las mejores galerías de villanos que hayan existido: -Joker, Dos Caras, Poison Ivy, Harley Quinn, Bane, Mr. Freeze, Ra´s Al Ghul... Por no decir secundarios: -Comisario Gordon, todos los Robins que ha tenido a su cargo (mi favorito es el actual, especialmente por lo ocurrido en Crisis de Identidad), la comisaria de Gotham entera, Alfred, etc. Si a esto sumamos una ciudad con vida propia como pueda ser Gotham City, no cabe duda de que Batman es uno de los mejores personajes de ficción que hayan existido. Una pena que pocos sepan sacarle tajada.

4- Spiderman.


Por la inminente llegada de la tercera parte, no puedo resistirme a dejar este trailer creado por fans, está muy logrado.

Je, cómo no.
Que levante la mano quien viera la serie de televisión de los 90.
Pues eso, yo siempre fui fan de este personaje, tan dinámico y único, es sin duda con el que más te puedes identificar. No obstante, se trata del trepamuros, el héroe adolescente que usa sus poderes con responsabilidad (no hace falta decir esa trillada frase de su tío Ben, ¿verdad?) y siempre buscando la manera de llegar a casa a tiempo, para que su tía no se sorprenda al ver la cama de su dormitorio vacía. Y es que su sobrino siempre ha sido tan débil...
Aun así, arriesgándome a ser polémico, debo decir que mi versión preferida es la Ultimate. Y lo dice alguien que tiene los tres tomos de Lee y Ditko, el John Romita entero, los dos coleccionables que han salido, la horrible etapa de Mackie y Byrne más lo de Straczinski. Sin embargo, no puedo evitar decir lo mucho que me encanta ese adolescente actual, de noviazgo con Kitty Pryde y sin sufrir la sobreprotección de su tía anciana. Disfruto mucho con sus aventuras y, al igual que Batman, tiene villanos de mucha categoría, tales como el Duende Verde, Veneno, Dr. Octopus, Morlun... Aparte, es el que más suerte ha tenido en cuanto a largometrajes en Marvel. Aún así, seguiré el Ultimate con más fervor, por chocante que suene eso.

5- Tormenta.

A falta de un video que le haga justicia, me he decantado por esta imagen.

La diosa que perdió a sus padres en el Cairo.
Nadie como ella y nuevamente se trata de otro personaje hastiado. No obstante, en USA al menos tiene un camino fijo, pero con autores incompetentes.
Yo la Tormenta que reinvindico es la Ororo de Claremont. Cuando ella era especial, un personaje femenino diferente, de otras costumbres y confusa por el desarrollo de occidente. No, ella no comprendía por qué llamaban desarrollo a la polución, por qué tantos tabúes y por qué no apreciamos la vida tanto como el dinero y lo material. Era el miembro de X-men que más trató de marcar una diferencia, siempre en conexión con la naturaleza y tratando de entender los métodos de Lobezno, siendo amiga e instructora de Kitty Pryde. Tuvo un desarrollo muy interesante cuando se encontró con Yukio (con connotaciones lésbicas incluidas) y luego perdió los poderes en uno de los mejores capítulos de X-men que haya leído nunca: Muerte viva. Me pareció realmente original el tratamiento, con cierto romance con Forja incluído.
Qué pena que hoy en día sea una sombra de lo que era, aun espero que salga un autor dispuesto a hacerle justicia. Lo merece.

Y de extra...

6-SUPERLÓPEZ.


Con la maravillosa versión en 3D de Enrique Gato, fabulosa.

Como pa no ponerlo en la lista.
Es el superhéroe patrio por excelencia, que se quiten Pafman y Calico Electrónico, la parodia de Jan tiene una personalidad tan definida y unas aventuras que harían palidecer a la versión original de la que se ríe. Es cierto que en los últimos álbumes el autor no está tan inspirado, pero Juán López sigue siendo un personaje muy carismático y cercano a los lectores, vive en la Barcelona mejor retratada que haya visto con un plantel de secundarios más que envidiable.
De todas sus historias me quedo con la Gran Superproducción ("larga un cilindrín, fotero"), Viaje al Centro de la Tierra, el Supergrupo, los Cabecicubos, La Semana más larga y Los Alienígenas. Geniales todos ellos e indispensables para toda tebeoteca que se precie.

Y eso es todo, le paso la meme a IvánN Díaz, Samanosuke, a Adolfo Rodríguez, a Jack Creeperillas y a Jordojopo (a ver si me hace caso de una vez).

viernes, marzo 09, 2007

Dreamfall, la secuela de Longest of Journey

The Longest of Journey fue muy novedoso para mí, por su premisa de dos mundos y la fantasía en una Aventura Gráfica, que tampoco es que se prodigue mucho (al menos con un trato serio), lo cual supuso un soplo de aire fresco. Aparte, April Ryan y los secundarios de ambos mundos (Stark y Arcadia) son difíciles de olvidar, a pesar de que los diálogos sean excesivamente extensos. Por eso, cuando me enteré de que estaban haciendo una segunda parte que ha tardado lo suyo en salir (cinco años desde la primera) completamente en 3D y con otro personaje principal como protagonista, no podía esperar. Sin embargo, las primeras críticas fueron desalentadoras, de las que uno prefiere no hacer caso, ya que criticaban en exceso el sistema de juego y además aseguraban que el final se queda abierto a secuela, que ni siquiera vemos terminar la historia. Por tanto, cogí este juego con bastante recelo y cautela.

¿Y qué me encuentro? La historia de Zöe Castillo, una chica que parece un trasunto de la April Ryan de la primera parte, que tiene visiones sobre una niña parecida a la de la Señal (pelo negro tapándole el rostro incluido) en las pantallas por las que ella pasa. Después, vería como su ex-novio Reza se mete en un caso de periodismo bastante peliagudo que lo lleva a su desaparición, ello motiva a la protagonista en una búsqueda para descubrir dónde fue a parar su mejor amigo en una trama donde nada es lo que parece y algo muy gordo va a suceder, teniendo todo relación entre sí.
Lo cierto es que en un principio me dejó frío, el personaje protagonista no me parecía memorable (pero si es un trasunto de la prota de la primera parte) y la trama muy simple, por no decir que me desilusionaba el hecho de que pareciera no tener relación con el Longest anterior. Hasta que nombran a April en una memorable escena y acto seguido te ves obligado a regresar a Newport… unos cuantos años después.

Entonces la cosa se pone muy pero que muy interesante y ya no te puedes despegar de la aventura, argumentalmente es una gozada, tiene una de las mejores historias que haya visto en un videojuego, no solo en una aventura gráfica, sino en general.
Cosas como regresar a sitios que ya habías explorado en el juego anterior como si fueran nuevos es toda una proeza, aparte de que tenemos a tres personajes manejables esta vez. Una es la ya mencionada Zöe, el segundo se trata de un azadí (habitantes de Arcadia que están tratando de gobernar el mundo por orden de las Seis, una religión bélica muy parecida a los cristianos de la Inquisición) llamado Kian Alvane y finalmente… para sorpresa de muchos, una cambiadísima April Ryan que no la reconocería ni su madre. Lo digo en el buen sentido, ya que no se trata de la misma chica inocente y entusiasta de la primera parte (Zöe está ahora para eso), ahora ha madurado y es parte de Arcadia, quedándole Stark muy lejos.

Es una gozada contemplar tres historias diferentes que se entrelazan entre sí hasta un final tan inevitable como impredecible, abierto a secuela, la cual va a estar realizada de la peor de las maneras, ya que pretenden sacarla por episodios de pago en una página web, lo cual me resulta realmente decepcionante.
Pero nos salimos del tema, lo cierto es que este juego quizá sea de los mejores que se puedan encontrar en el género, argumentalmente hablando, por mucho que la trama esté lejos de acabar. Sobre todo porque hay cierta ambigüedad en la trama y los personajes son muy dispares pero tienen su parte de protagonismo, por no decir carisma. Lo mejor son los lazos con la primera parte, cosas como el regreso de viejos amigos de April y comprobar cómo ha afectado el paso de los años a algunos, la verdad es que es una experiencia muy agradable.
Por tanto, cabe decir de primeras que el juego pierde mucho si no has jugado al anterior, ya que no tienes cierta parte afectiva que engancha mucho más en una historia que por sí sola ya funciona a las mil maravillas.

En cuanto a los gráficos, son asombrosos, quizá los mejores que hayan existido hasta ahora en una aventura gráfica.
Los diseños son muy buenos, bastante variados y ayudan a creerte bastante más el mundo de Arcadia y Stark, que ahora están menos diferenciados por el acontecimiento final de la precuela, que tuvo nefastas consecuencias que no han hecho más que empezar. Los escenarios están muy trabajados, soberbiamente recreados, tanto que hay momentos en los que es inevitable pararse a contemplarlos, sobre todo cuando visitas un nuevo sitio y tienes que dirigirte de un lugar para otro. Además, al contrario de lo que le ocurre al Broken Sword 4, ya que es otra aventura gráfica actual que destaca en ese apartado, el entorno está muy bien estudiado y los espacios son muy creíbles, nada de campos de fútbol dentro de las casas, ya que hasta la cámara sigue al personaje a la perfección. De hecho, la puedes manejar tú mismo con el ratón.
No hay escenas cinematográficas con motor render, sino con el del juego. De todas maneras, es innecesario, tal es la calidad del modelado de los personajes y el entorno que les rodea, no se echa en falta ni por asomo.
Es más, lo único que se les puede achacar es que quizá sea un poco rígido en cuanto a movimientos (el personaje inicial parece acartonado en ese aspecto) y algunas expresiones faciales poco logradas.

Si a todo esto sumamos una banda sonora excepcional y unos efectos de sonido y ambiente logradísimos, podríamos decir que estamos ante un clásico moderno.
Por desgracia, lamento decir que no es así.

No solo porque la aventura no acabe (si encima sumamos a esto la terrible idea de seguir en un formato distinto como pueda ser la venta de episodios por internet, apaga y vámonos), sino porque no hay juego.
Esto significa que no hay apenas puzzles, solo encontraremos tres a lo largo de la aventura y para de contar. Suena increíble tratándose del género de los acertijos, los interrogatorios y el uso de objetos, pero es que encima en esto último solo tenemos la posibilidad de coger seis cómo máximo y se juntan dos muuuy de vez en cuando y en cosas muy evidentes. Lo dicho, la aventura se resuelve de un plumazo, el único quebradero de cabeza será alguno de los tres puzzles anteriormente mencionados porque el resto te lo pasas andando de un lado para otro y de recadero, hablando y desactivando puertas. Por no decir que tenemos un alto componente de infiltración con el que debes lidiar con sumo cuidado, ya que en esta aventura puedes morir y te dejan empezar de nuevo desde el último auto-guardado. En definitiva, casi no es una aventura gráfica, de no ser porque algunos elementos se mantienen, pero es que poco le ha faltado para convertirse en una película interactiva al estilo Dragon´s Lair.

Y por esto el resultado se desmorona totalmente, lo cual es una lástima, porque de haber tenido una mecánica de puzzles competente habríamos estado ante una joya, por la calidad del resto de los apartados. Una ocasión desaprovechada para un juego recomendable solo para aquellos que quieran seguir un buen argumento con unos gráficos preciosistas, porque los amantes de las aventuras se verán profundamente decepcionados.

jueves, marzo 08, 2007

Los Coleccionables (Segunda Parte)

Fue entonces cuando llegó el ansiado segundo coleccionable de Spiderman, propiciado por la secuela en los cines. Un poco mejor que el primero, reunía sagas tan memorables como la de la Muerte de Kraven entre otras como la continuación de la muerte de Jean DeWolfe y el desenlace del Comepecados. No obstante contó con la nueva etapa de Gerry Conway (tan memorable como la primera que realizó a principios de los 70) y una serie de números de Peter David, unos mejores que otros. Tambíen podíamos ver dibujantes más atractivos para el público, como son Erik Larsen, McFarlane (el creador de Spawn empezó a triunfar con el trepamuros) y, en menor medida, Alex Saviuk. Sin embargo, se trata de la época de la batalla entre los derechos, la llegada de Panini a España, que dejó “viuda” a Planeta de Marvel, por lo que los 50 números que prometieron en un principio fueron acortados en 40, para desgracia de muchos fans.

La verdad es que con Panini creíamos haber perdido los coleccionables para siempre, sin embargo ha sido todo lo contrario, porque ahora tenemos una etapa dorada donde tanto esta editorial como la de Planeta se dedican a competir con este formato, la variedad es ahora mayor y las condiciones han cambiado por completo.

Antes cada número costaba unos nada despreciables tres euros, pero ahora que no se cuenta con las páginas originales de Forum, que se tienen que pedir los materiales desde la editorial de origen, rotulando y traduciendo de nuevo, los costes han subido y el precio también, a unos 4 euros el número. Sin embargo, el inconveniente de la subida trajo también un mayor aumento de calidad, porque ahora tenemos una rotulación más moderna, con una traducción más actual (aunque no siempre es mejor, ojo) y una calidad en el color mucho mayor (adiós a las tramas). Esto se pudo comprobar en los dos primeros que sacaron tanto Planeta como Panini. La primera debutó con Batman y la segunda con los 4 Fantásticos. Ambas por el estreno de Batman Begins y los 4 Fantásticos en los cines.

Lo cierto es que ambos coleccionables fueron realmente desafortunados, reuniendo etapas poco agraciadas e inexplicablemente desacertadas. Menos mal que en el caso de Batman sacaron también una colección de tomos en tapa dura recopilando las andanzas de R´As al Ghul, el villano de la película, mucho mejor material que el que fue destinado para el coleccionable. Aunque este ganara mucho en suscripción (los cuatro tomos del mes, recordemos que son semanales, recopilados en tomos de tapa dura de gran calidad) y con un papel satinado que era de agradecer y justificaba con creces el precio.
Aunque hablando del material, arranca muy bien con sagas imprescindibles del personaje, como son Año Uno y Una Muerte en Familia, para acabar con la horrible etapa de los noventa del personaje, que cuenta con la mitad protagonizada por un tipo que se hace llamar Azrael, es decir, ni siquiera es Batman, ni tan siquiera Bruce Wayne, algo que despistaría y, lo que es peor, espantaría a más de un comprador que viene interesado tras ver la película. Un auténtico desastre, sin duda.

El de los 4 Fantásticos no es mucho mejor, de hecho Panini no sigue las indicaciones de Planeta y se atreve a sacar un coleccionable cuyo papel es, siendo lo más justo posible, apestoso e intragable, un peligro tóxico que si se moja se arruga de la peor manera posible. Si al menos el material fuera bueno… pero no, tenemos de nuevo etapas de los noventa y encima demasiado actuales. Es decir, ¿quién se va a interesar por la etapa de Claremont y Larroca si se puede adquirir en unos baratísimos retapados? Aparte de que la etapa es casi de los mutantes, el guionista se dedica a hacer una colección semejante a Excalibur, lo cual ayuda poco a quienes pretendan probar con el cuarteto fantástico. Menos mal el final de la misma (con Muerte dando por saco en una de sus mejores sagas) y la etapa siguiente es mucho mejor, con Pacheco y Marín de por medio, el problema es que esos cómics los sacaron hace unos dos o tres años y aun están asequibles y alcanzables para el público. En definitiva, otro desastre por parte de la otra editorial.

Por suerte, de los errores parecen haber aprendido y ambas editoriales prueban de nuevo este año con dos coleccionables de gran calidad, como pueda ser la continuación de X-men (tan esperada, que con la secuela en los cines no se atrevieron a hacerla, tuvimos que vernos con una colección de tomos en tapa dura con las Eras de Apocalipsis y esperar a la tercera de X-men) y el Superman de Byrne por parte de Planeta, por el estreno de Superman Returns de Bryan Singer.
La verdad es que, aunque no hayan acabado ambos en el momento en que lo escribo, puedo decir que reúnen las mismas características que sus antecesores en la editorial. Es decir, el de X-men es igualito que el de los 4F, con la diferencia que el papel ya no apesta tanto (pero sigue siendo horripilante, ¿tanto costaba el satinado, señores de Panini?) y las portadas pueden verse en grande, con fichas, artículos y una excelente impresión. Superior en todos los sentidos (excepto en el papel) al anterior. El de Superman también es igual al de Batman, lo cual no es una mala noticia en absoluto, más bien lo contrario, ya que la selección es mejor. El problema es que los escaneados son una injusticia, destrozan la calidad que atesoran estas páginas, es una verdadera lástima.

Y próximamente es posible ver un tercero de Spiderman tras su película (aunque se dice que el de la versión Ultimate, cosas que pasan), con el Motorista Fantasma no aprovecharon y a ver qué hacen con la secuela de los 4F. Por su parte, Planeta lo tiene fácil con la secuela de Batman Begins (que se llamará Dark Night) y parece que tendremos la interesante etapa de Tierra de Nadie. Permanezcan atentos a sus pantallas.

miércoles, marzo 07, 2007

Los coleccionables (Primera Parte)

Dediquémonos a hacer un repaso sobre los coleccionables.
Esas ediciones tan baratas y asequibles que abarcan etapas muy largas de colecciones que antes era casi imposible hacerse con ellas si no era desembolsando una gran cantidad de dinero y para colmo en condiciones lamentables.
El que comenzó todo esto fue Alejandro M. Viturtia, el antiguo editor de Planeta de Agostini cómics, cuando esta editorial tenía los derechos de Marvel. Cabe destacar que el inicio fue realmente al notar que los cómics clásicos solo se podían obtener de forma barata a partir de ediciones en blanco y negro (ya sabéis, Bibliotecas Marvel), cosa que fastidiaba bastante a aquellos fans que deseaban la edición original, es decir, a color. Se hablaba de la necesidad de publicidad para poder llegar al público con la mayor facilidad posible. Dicha publicidad llegó gracias a la primera adaptación de Marvel a la gran pantalla (si obviamos Blade, claro): X-Men de Bryan Singer.

El primer coleccionable tenía algunas carencias que los siguientes no tuvieron, nótese la falta de portadas y algún que otro material inédito que venía de perlas para seguir la colección con el mayor completismo posible. Cosas como la miniserie de Lobezno y Kitty, la novela gráfica Dios Ama y el Hombre Mata, alguna que otra saga donde los personajes aparecían, etc. Esto se debía a que Planeta hacía uso de la primera edición de la colección de Patrulla-X, la primera que Forum sacó en España, con la misma rotulación y traducción, hasta el mismo papel y tamaño. Por ello, los costes eran menores y podían permitirse vender un tomo de ochenta páginas a unas asequibles quinientas pesetas de las antiguas, con ofertas como el primer número a cien pesetas y alguna entrega con dos al precio de uno. Este primer coleccionable tuvo incluso alguna que otra reedición, por el éxito que tuvo, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta su calidad y su cantidad con tan poco dinero. Leer la segunda etapa de los X-men (la primera fue iniciada por Stan Lee y Jack Kirby, en USA fue un fracaso en ventas y la tuvieron que cancelar) toda seguida es una gozada, se trata de las mejores historias jamás protagonizadas por los mutantes, con grandes sagas como la de Proteus, el Club Fuego Infernal, Fénix Oscura, Muerte Viva, el Nido, la miniserie Lobezno: Honor… Lo mejor de lo mejor, una pena que falten las portadas, pero al menos tenía algunos artículos bastante notables.

Tras el éxito del primer coleccionable de Planeta, la editorial decidió probar con sacar otro sin película que potenciara la publicidad del mismo, esta vez tocó la estupenda etapa de John Byrne frente a los 4 Fantásticos, casi nada. Aunque seguía siendo el mismo formato y extraído de la edición original de Forum, el precio también fue el mismo y se mejoró con la inclusión de las portadas, aunque se veían bastante pequeñas fueron de agradecer. Nuevamente con suscripción (tema que se me olvidaba comentar) y debo decir que es muy recomendable el material recopilado, con John Byrne en estado de gracia, escribiendo la que es una de las mejores etapas del cuarteto fantástico. Resulta curioso que los editores (Viturtia en este caso) desaprovecharan esta etapa para la película, pero lo cierto es que en aquellos momentos, aunque había una gran expectación por los proyectos de adaptación de superhéroes, no había la seguridad que tenemos hoy en día a la hora de adaptar un cómic u otro.

Los siguientes, sin embargo, sí que fueron aprovechando las adaptaciones y además muy acertados, con etapas muy apetitosas para el aficionado. El infame largometraje de Daredevil (en mi opinión) nos dio la posibilidad de disfrutar el DD de Miller, con una etapa de O´Neill y Mazuchelli de por medio, acabando con algunos especiales un tanto bizarros y con el imprescindible Born Again. En definitiva, otro acierto indiscutible por parte de la editorial y con las mismas características que los anteriores, el mismo tamaño en las portadas incluso. Sin embargo, tras la célebre adaptación de Spiderman, de la mano de Sam Raimi, tuvimos el primer coleccionable que no reunía una etapa concreta de gran calidad, con altibajos y saltando de una colección a otra (ya sabéis, el trepamuros tiene varias colecciones: Amazing Spider-man, Web of Spider-man, Peter Parker The Sensational Spider-man…). No es que fuera un mal coleccionable, pero desde luego habían números que estaban bien y otros que eran de vergüenza ajena, con varios dibujantes por el camino, unos más acertados que otros (nótese mi “predilección” por Milgrom y menos mal que estaba un primerizo pero inspirado John Romita Jr.). Aún así, fue un éxito considerable.

Y entonces llegó la adaptación de Hulk de la mano de Ang Lee, por lo que aprovecharon para sacar uno de los mejores coleccionables que se puedan encontrar. Indiscutiblemente el Hulk de Peter David es de lo mejorcito que se pueda leer de Marvel, sobre todo por lo bien desarrollado y cerrado que está. Se trata de una de las etapas emblemáticas del personaje, por no decir que está publicada de maravilla, en el sentido de que no se dejan nada importante en el tintero y, encima, tienen la gran idea de terminarlo con el especial Hulk: The End, muy apropiado teniendo en cuenta que está realizado por los mismos autores de las mejores sagas del coleccionable, ofreciendo así un producto muy completo y satisfactorio.
Sin embargo, aunque éste reúne las mismas características que los anteriores, el tamaño ya es comic-book, esto se debe a que es el primer coleccionable que se acerca a los números más modernos, de los 90, y entonces Forum ya sacaba sus cómics con el tamaño que todos conocemos.

El siguiente, no obstante, sería el primer fracaso, Punisher tuvo una adaptación más o menos decente pero es un personaje que nunca ha tenido una etapa demasiado convincente o al menos sólida y lo suficientemente larga (Garth Ennis se está ocupando de ello en la actualidad). Es por ello que pocos aficionados se decantaron por comprar esta colección y se acumulaba en las librerías. Hizo que los editores se lo pensaran dos veces antes de sacar cualquier cosa, el formato no era infalible y menos si reunía colecciones un tanto dispersas entre sí con un personaje que no es tan popular como para sostenerse por sí mismo.

En el próximo post continuaremos con el último coleccionable que sacó Planeta y la lucha por los derechos con una nueva manera de realizar las colecciones con este formato. No os lo perdáis.

lunes, marzo 05, 2007

El Motorista Fantasma, ni tan mala ni tan buena

Año: 2007.
Director: Mark Steven Johnson.
Duración: 114 minutos.
País: Estados Unidos.

Antes de empezar, debo decir que no soy fan del Motorista Fantasma y solo habré leído unos tres cómics sobre el personaje antes de ver su adaptación fílmica.
Pero lo cierto es que es fácil quedarse con una idea de lo que es el personaje, especialmente cuando lo has leído tanto de secundario (o haciendo team-up con algún personaje principal de cabecera) en diferentes colecciones. Aunque cabe decir que no es un personaje tan sencillo como parece, porque es de los pocos de Marvel que ha tenido descendiente o sucesor en cuanto a los poderes y el nombre, hay dos motoristas: Johnny Blaze y Danny Blake. Obviamente, para el film han optado por el primero, el original.
Pero lo cierto es que algo me daba mucho miedo en esta película, el director: Mark Steven Johnson. El que perpetró aquella adaptación de Daredevil que, para mi gusto, fue un bodrio que pide a gritos una versión del personaje que le haga justicia, de hecho ya dejé por aquí una reseña atacando todo aquello que me disgustó, que no es poco.
Por tanto, no es de extrañar que fuera al cine sin esperarme absolutamente nada.

Johnny Blaze es un motorista apasionado que adora el peligro, no le importa lo grande que sea el desafío mientras pueda sentir la emoción y el clamor de la gente que tiene a su alrededor. Está enamorado de Roxane, una chica con la que pretende huir en cuanto pueda, para vivir con ella. Por desgracia, su padre se está muriendo por culpa del cáncer y es entonces cuando recibe la visita del diablo: Mefistófeles, en persona, que le ofrece el trato de curar a su progenitor a cambio de que quede a su servicio siempre que lo necesite. El muchacho accede, pero aunque el trato se cumple, su padre muere en extrañas circunstancias, dándole a entender que nunca jamás podrá estar con nadie, ya que puede convertirse en su mayor punto débil.
Años después, Johnny sigue con sus espectáculos de riesgo, sin morir ni verse afectado en peligrosos accidentes. Mefistófeles lo quiere para detener a su propio hijo: Blackheart, que quiere el poder del infierno para sí con el manuscrito de las almas malditas. Así es como nacerá el Motorista Fantasma, mandado por el diablo para detener a un mal mayor.

Qué decir, sinceramente me gusta mucho la trama y el origen no está mal contado en absoluto, de hecho es perfecto para introducir a cualquiera que no conozca al personaje y es muy fiel al cómic, por lo que he podido ver tras investigar después del visionado.
Muchas críticas han llovido y casi todas negativas, esta película es, junto a Catwoman, Elektra y Punisher, la más odiada por el fandom y los críticos tampoco es que la alaben precisamente. Esto es debido a que no ofrece nada nuevo más allá del aspecto estético del personaje protagonista o los elementos del infierno, (al menos en el género de los superhéroes) ya que la trama es muy sencilla y va del típico “malote chulo-playa” que quiere conquistar el mundo obteniendo un poder que solo puede conseguir chantajeando al gran héroe con su amada desvalida en apuros. Es algo tan manido que a la hora de verlo nuevamente en un film, ya cansa, especialmente con el aluvión de adaptaciones de cómic que tenemos últimamente. Uno espera más.

Especialmente con un personaje como el Motorista, que puede ofrecer una visión más oscura del género, más terrorífica y menos complaciente, a medio camino entre película de terror y de acción. Algo que habría quedado genial y aquí no vemos, ya que el señor Steven Johnson ha optado por una visión bastante más light y de comedieta, que no es del gusto de todos y ha decepcionado a más de uno. Algo que puede resultar comprensible pero no comparto, ya que se veía venir lo que nos ofrecían desde un primer momento, con esos trailers y esas declaraciones, la película no engaña a nadie.
Por tanto, por mucho que podría haberse hecho mejor (sin duda, todo puede hacerse mejor, hasta el X-men de Synger, por mucho que el resultado haya sido grato y coherente), lo que hay tampoco es tan malo como para rasgarse las vestiduras, dentro de lo típico resulta divertido y hay momentos en el guión que a mí me parecieron geniales. Por no decir que, al contrario que ocurrió con Daredevil, no tenemos el equivalente a escenas tan sonrojantes como la pelea de Matt y Elektra en medio del parque a la vista de todos o eso de que reciba una mortal herida en el hombro que, de repente, desaparece.

Diablos (nunca mejor dicho), esta vez el señor Johnson nos hace el favor de no hacernos una pelea final apresurada contra Mefistófeles, como ocurrió con Daredevil y Kingpin en una de las peores peleas fílmicas que haya visto, por apresurada y sin venir a cuento. No quiero que parezca que justifico la película por los defectos de otras, esa no es mi intención, lo que yo quiero decir es que el director se ha superado y aunque no haya acertado con el tono se nota mucho que disfrutó con esta película, sin pretender hacer el largometraje del siglo. Él quiso hacer su propia interpretación y aquí la tenemos, puede gustar más o menos, pero lo cierto es que el resultado, sin ser del todo brillante, creo que es más que correcto.
Precisamente porque algunas cosas me gustan bastante, como la relación entre Roxane y Johnny, la primera queriendo quitárselo de encima sin éxito, sucumbiendo a su insistencia a pesar de que siempre acaba dándole calabazas y, para colmo, le cuente cosas imposibles como excusa (enorme la escena en que, todo serio, pretende explicarle cómo se convierte en un motorista con un cráneo en llamas por las noches, tremendo). Aparte de que, al contrario de lo que dice el gentío, no me parece la típica dama en apuros, la veo con la suficiente personalidad como para ser solo una mujer florero. Peor me parece la Mary Jane de Spiderman.

Por no decir que el Motorista MOLA.
¿Qué no? Joder, la transformación, el primer recorrido destrozándolo todo a su paso (por no decir que pensaba que iban a obviar la destrucción, cosa que me agradó ver con cierta importancia de peso en la trama), el uso de las armas (esa cadena), cuando transforma la moto, su subida por el edificio, la primera vez que utiliza la mirada de penitencia, el ataque en la cárcel… Todo, es un festín de efectos especiales muy disfrutable, con un Nicholas Cage pasándoselo en grande y dándole una personalidad propia al personaje. Otras cosas que me parecieron muy acertadas fueron la historia del jinete como elemento necesario para introducir al pobre Blaze dentro del mundo fantástico en el que se ve sometido de repente y todo lo que tiene que ver con la investigación policial, con el inesperado encarcelamiento del protagonista, viéndose obligado a dejar de ser un famoso perseguido por sus fans.
Vale que falla en los villanos del tipo “Embrujadas”, que podrían haberse currado más los diseños y tal, pero no me parece que el resultado sea como para agarrarse de los pelos y empezar a despotricar contra la película.

De hecho, lejos de ser un filme de visionado obligado, es cine de palomitas recomendable, para pasar una tarde entretenida mientras ves el espectáculo. Sinceramente, creo que esta película está a la altura de los 4 Fantásticos y por encima de Catwoman, Daredevil, Elektra, Punisher y hasta Superman Returns, cosa que pocos compartirán conmigo. En definitiva, recomendable, siempre que sepas lo que vas a ver.

viernes, marzo 02, 2007

Broken Sword 4, aprendiendo de los errores

Me encanta la saga Broken Sword. Desde el primer juego he seguido las andanzas de George Stobbart y Nico Collard para resolver los misterios de los templarios o los aztecas, lo que tocara de un día para otro. Si bien la primera parte fue y sigue siendo una gozada que todo buen jugador de aventuras gráficas debería jugar aunque fuera una sola vez en su vida, la segunda fue menos acertada por su historia, al estar menos elaborada y con una segunda mitad realmente agobiante (aunque tuvieron el acierto de salirse del tema cristiano, eso sí) aun siguiendo con cierta calidad envidiable, eso sí. Siendo la tercera la peor de toda la saga por su sistema de juego, su desarrollo y su horrible guión. Como se puede notar, creo que las entregas fueron de más a menos, deseaba que la cuarta parte rompiera ese hecho y Broken Sword volviera a brillar como antaño, veamos si eso se cumplió.

Sobre la historia en sí, regresamos a los templarios (qué originalidad), pero esta vez al menos se recurre a los hechos históricos con datos de ficción a lo Dan Brown, algo de lo que se burla el mismísimo George en uno de los momentos del juego. Siendo injusta la comparación, por otro lado, ya que el primero de la saga salió mucho antes de que El Codigo Da Vinci y Ángeles y Demonios alcanzaran cierta fama.
Todo comienza cuando una misteriosa chica llamada Anna Marie llega a la oficina de patentes del protagonista, que se verá obligado a escoltarla y protegerla de unos mafiosos que pretenden robarle un manuscrito para poder conseguir un tesoro inalcanzable, perdido desde hace mucho tiempo. Ambos personajes se verán obligados a recuperar dicho documento para conseguir el hallazgo antes que nadie, procurando que los mafiosos italianos no lleguen antes y hagan salami (si queréis pillar la referencia, jugad al juego) con ellos.

Lo cierto es que regresamos, como ya he comentado antes, a la Historia (así, en mayúsculas) con retazos de ficción, siendo esta vez la popular Arca el objeto a encontrar. La verdad es que los guionistas supieron perfectamente como tratar el tema y se nota muchísimo que quisieron esmerarse por los terribles resultados obtenidos en la tercera parte, donde todo parecía valer y predominaba más la ciencia ficción futurista que un buen uso de material histórico manipulado como pudimos ver tanto en la primera como en la segunda parte. Otro dato importante que destacar es que esta vez regresamos también a los giros argumentales donde nada es lo que parece y los personajes mienten, nada de un guión lineal aburrido que consiste en una persecución constante o en ir de un sitio a otro para buscar pistas. No, en esta cuarta parte tenemos de todo, desde un encarcelamiento hasta una resolución de puzzles en los subterráneos de un museo. No es muy original si tenemos en cuenta que ya lo vimos en las partes anteriores, pero lo que cuenta es que está tratado de una manera diferente. Aparte, en un principio acompaña el enigmático personaje de Anna Marie, que parece estar muy involucrada en el asunto, más de lo que aparenta a primera vista.

Como se puede ver, los programadores tuvieron en cuenta todos los errores de la tercera parte y se volcaron en solucionarlo, se nota en absolutamente todos los apartados. Hasta en los gráficos, que siguen siendo en 3D (para desgracia de muchos nostálgicos de las dos primeras partes), siendo estos muy superiores a los de la precuela más directa por los diferentes efectos de luz y ambiente, llegamos a ver hasta motas de polvo atravesando las vidrieras o el vapor del carbón ardiendo. Aparte, los personajes aparecen rediseñados y algunos hasta no reconocerán al nuevo George Stobbart, al que le han quitado todo atisbo que le hiciera parecerse a Indiana Jones en la tercera parte, cosa apropiada teniendo en cuenta que el sistema de juego también ha variado. Y es que, señoras y señores, regresamos al manejo por ratón, aunque sea con las tres dimensiones, al estilo de los juegos de rol del tipo Lineage, explorando el escenario a fuerza de point and click, como en los viejos tiempos. Eso logra que la jugabilidad sea diferente a la de la tercera parte, donde prácticamente todo consistía en saltar, agarrarse a un saliente, empujar cajas y tratar de escabullirse. Aquí, en esta entrega, tenemos más componente de aventura gráfica a la vieja usanza, aun habiendo puzzles que consisten en lo enumerado más arriba, solo que con mucho menos hincapié y tratando de no ser un remedo pobre del Prince of Persia.

Y no solo eso, sino que esta vez George Stobbart cuenta con un práctico PAD, el utensilio que todo buen investigador debería tener, puesto que en él es donde tendremos a nuestra disposición unas cuantas acciones que deberemos ejecutar de un momento a otro, ya pueda ser llamar a alguien, ver nuestros pasos anteriores (es una especie de diario) o navegar por Internet. Sin olvidar que en algunos momentos del juego nos veremos obligados a hackear sistemas, para entrar en sitios, obtener teléfonos o encontrar algún dato histórico importante. Claro que… aquí tenemos uno de los principales problemas de este juego, porque para hackear algo tenemos que resolver un minipuzzle que veremos repetido durante tooda la aventura más de una docena de veces, lo cual resulta exhasperante. Es más, lo peor es que te saca totalmente de la aventura en sí, porque son puzzles que llevan su tiempo resolver y da la impresión de que no estás jugando a ningún Broken Sword, sino a un juego del estilo el Buscaminas de Windows. Dos veces habría estado más bien, cuatro incluso, pero no todas las que tenemos que pasar por semejante embrollo que simplemente se dedica a rellenar inútilmente el juego. Este es el equivalente a las cajas del Broken Sword 3, aunque sin exagerar tanto.

Por lo demás, siendo muy tiquismiquis, debo confesar que aunque el Broken Sword 4 sea un juego más que correcto, notándose la dedicación de los programadores y de Charles Cecil por superarse a sí mismos, preocupados por el fracaso en cuanto a crítica de la parte directamente anterior, lo cierto es que he echado muy en falta varias cosas realmente necesarias en una aventura gráfica. Porque, si ya criticaba la excesiva linealidad de la segunda parte (que en la tercera ya es desesperante, debo decir que es un mal que adolece en toda la saga), en este caso puede ser un tanto desalentadora, en el sentido de que es toda una alegría encontrarse con que puedes dar pasos atrás y marchar a otros sitios del mapa que ya has visitado, como bien podías hacer en la París de la primera parte, donde regresar al Hotel, al museo de André o al apartamento de Nico para hablar de algo, ofrecía una sensación de libertad que aquí no encontramos.
Por tanto, lo lineal de la acción y el hecho de que solo se puedan ver dos objetos que NO tengan utilidad o sean manejables en todo un escenario (que esa es otra, están muy elaborados, pero todos son excesivamente amplios, un pasillo parece el equivalente a un campo de fútbol y zonas como la carnicería, más que almacenes, parecen salones de balonmano) me parecen errores que hacen perder muchos enteros a la aventura, donde la implicación es menor. Y es que difícilmente ves a George mirando algo del escenario que no tenga uso alguno.
Otro defecto que puedo encontrarle es la ausencia total de escenas cinemáticas, tan solo tendremos una al inicio y poco más, siendo esto algo sangrante sobre todo al final, que si bien por fin le ocurre algo relevante a George durante toda la saga, lo cierto es que está contado de la manera más burda y precipitada posible, dejando al jugador con la preocupante cara de:
-“¿Y ya está? ¿Esto es todo?

De todas maneras, estamos ante un juego más que correcto, sobre todo por la historia y ciertas partes que son casi inolvidables (como la carnicería, con ópera de por medio) que no carece de defectos que bien podrían haber resuelto fácilmente y restan muchos enteros a una aventura que podría haber sido más. Aun así, es la segunda mejor de la saga, al menos en mi opinión.